Por otro lado, es preciso mencionar que el aislamiento obligatorio ha acentuado la presencia de violencias en los hogares, conductas suicidadas, depresión, ansiedad y consumo de sustancias psicoactivas, lo que ha exigido a las instituciones prestadoras de servicios de salud, que se priorice en las políticas de
prevención. En respuesta a estas situaciónes y para favorecer la convivencia en época de pandemia, el IDSN habilitó líneas de atención prioritaria y un completo equipo de cerca de 80 profesionales de la psicología que atienden no solo las patologías derivadas de las conductas antes descritas, sino también
del llamado síndrome de abstinencia, un conjunto de alteraciones físicas y psíquicas que aparecen en una persona cuando deja bruscamente de tomar una sustancia a la cual está habituada o es adicta, la cual también genera riesgo para los pacientes.